CAPITULO 3

Las chicas y yo habíamos quedado en mi casa 2 horas antes de la fiesta para arreglarnos e ir a la fiesta juntas. Cuando llegaron yo acababa de salir de la ducha y deje que me peinasen. Me habían dejado el pelo suelto con un medio recogido con el pañuelo que compre junto al traje, luego me maquille un poco, no me gustaba ir demasiado pintada, y me puse el traje. Cuando me mire al espejo no podía creer que esa fuese yo, estaba increíble.

Ayude a las chicas a terminar de arreglarse, las cuatro parecíamos sacadas de una revista de moda.

Miramos la hora y la fiesta ya había empezado, bueno ¡¿no dicen que lo bueno se hace esperar?!

Llegamos a la casa donde se celebraba la fiesta y todo el instituto estaba ya allí. En la puerta nos encontramos con Andrew:

- Woooo Miranda estas increíble – me miro con cara de impresión – y vosotras chicas, estais impresionantes todas. Si me ven con vosotras sere la envidia del instituto – dijo riendo.

- Tu también vas muy guapo Andrew – le dige yo, y era verdad, iba con una camisa de rayas azules y beige que le quedaba muy bien. - ¿entramos?

Entramos en la casa y costaba andar de la gente que había, nos servimos unas bebidas y nos pusimos a bailar.

Nos lo estábamos pasando muy bien, no parábamos de bailar. De repente alguien choco con migo, me di la vuelta paraver quien era:

- Los siento… eh tu estas en mi clase verdad? Soy Kayla encantada. – la chica era alta, rubia y llevaba un traje muy provocativa.

- Eh si, yo soy Miranda – hasta ese momento no me había fijado con quien estaba bailando.

- Y yo soy Daniel, también estas en mi clase, te recuerdo y creo que debemos hacer una exposicon juntos. – esa sonrisa me estaba matando

- Si tienes razón, eh pensado que podíamos …

- ¿bailar? Si, es mejor que empezar a hablar de responsabilidades.

Daniel y yo bailamos jutos, me lo estaba pasando muy bien pero yo seguía estando muy cortada por la vergüenza que me suponía estar con él.

Cada vez que miraba a donde estaban mis amigas, veía a Andrew con mala cara viendo como bailábamos. Sabia que Daniel no le caia bien, me lo había dicho el primer dia que nos conocimos y por su aspecto, no creo que le agradase mucho que yo me llevase bien con él.

- Voy a ir a por bebidas, quieres qu te traiga algo? – dojo de repente Daniel despertándome de mi ensoñamiento.

- Eh, si bueno, lo que quieras.

- Miranda, ¿te pasa algo? Es como si estuvieses ausente.

- No no… eh no me pasa nada. Me estoy divirtiendo.

- Vale, ahora vuelvo.

Cuando Daniel se fue a por bebidas, inmediatamente llego Andrew.

- Miaranda, que te pasa con este?

- Como que que me pasa con este? Que te pasa a ti?, cada vez que te miro estas mirándonos con cara de amargado.

- Te dige que era un pijo, niño de papa. Y que no era una buena persona. Utiliza a la gente a su antojo.

- Bueno y que?... solo estoy bailando con él, no es nada grave.

- Bien, muy bien… yo ya te he avisado, haz lo que quieras.

Cuando termino de hablar se fue dejándome con la palabra en la boca, pero que le pasaba a este chico? Que a él no le caiga bien no quiere decir nada.

Daniel llego con las bebidas y me vio triste por lo que acababa de suceder.

- Acabo de ve a Seyfried hablando contigo… que te ha dicho?

- Nada – conteste de forma secante.

- No pareces como si no hubiese pasado nada con ese tipo.

- Esque… esta muy raro últimamente

- A lo mejor es que le gustas… créeme, no es difícil siendo tan guapa como eres.

- No, es imposible que sea eso. – me acababa de llamar guapa… a mi? – bueno, nos vemos el lunes ahora me apetece irme casa.

Cuando eche a andar Daniel tiro de mi brazo:

- Si quieres te puedo llevar, tengo la moto fuera, no me importaría de verdad.

- Enserio?...pero no de verdad no te molestes, no me importa caminar un poco.

- Te lo digo enserio, y además una chica como tu no debería salir a la calle sola tan tarde, que no se hable mas, te llevo y punto.

Salimos afuera de la casa y llegamos a su moto, me encantaban las motos y esa era de las de 125cc en verde pistacho con una pegatina que no lograba identificar en la oscuridad.

- Es una lastima estropear ese bonito peinado pero toma ponte el casco – me dijo con una sonrisa devastadora.

- Y tu que… no tienes para ti?

- No te preocupes no nos va ha pasar nada.

- No puedo aceptar que me lleves si para ello tu te pones en peligro.

- Tranquila… no me va ha pasar nada, ya veras y además tu casa no va ha estar lejos verdad.

- Bueno, no mucho…

- Pues que no se hable mas.

Se montó en la moto y yo me subí en la parte de atrás del sillón.

- Agarraté.

Después de decir eso arranco la moto y acelero de repente haciendo que mi cuerpo se desequilibrase por un momento asi que me agarre a él mientras la moto aceleraba mas y mas cada vez. Le fui indicando el camino a mi casa hasta llegar a ella.

- Esa es – le dige señalando una casa baja con un caminito de piedra que llegaba hasta un pequeño porche como entrada de la casa, con un jardincito deantero lleno de plantas y toda rodeada por una valla blanca pegada a un seto que rodeaba el terreno.

- Bonita casa – me dijo cuando paro la moto en frente.

- Si, eh… no vemos el lunes en clase!?

- Claro y… ya aquedamos… para la exposición digo.

- Por supuesto, la exposición – dige en voz muy baja

Daniel se monto en la moto y la arrancó.

- Miranda – dijo casi gritando para que le oyese – que duermas bien

Y se fue en dirección por la que había venido. Pero ahora que me daba cuenta… se le había olvidado el casco, y que se suponía que tenía que hacer yo ahora con su casco… por un lado mi madre no podía ver que había llegado en moto y por otro lado, si a Daniel le pasaba algo, estaba desprotegido sin llevarlo. Espero que no le pasase nada.

Entre en mi casa sin hacer ruido y subi corriendo a mi habitación para esconder el casco y que mi madre no lo viese.